Las primeras citas

El post del día de hoy está dedicado a una de mis mejores amigas, pero al mismo tiempo le servirá a cualquier mujer que se encuentre en la maravillosa etapa de empezar a salir con alguien.

Y como yo sigo fascinada con el libro de por qué los hombres aman a las cabronas nos vamos a regir bajo sus enseñanzas.

Describamos la situación:

Sebastián comienza a mostrar interés por Lorena e intenta abordarla con cualquier pretexto. La invita a tomar un café, ella acepta. Durante la cita se da una plática muy interesante, pero no hay contacto físico. Él la sigue buscando después, mediante llamadas o mensajes de texto. Vuelven a salir dos o tres veces más…

¿Qué está pensando Lorena? 1. En cualquier momento Sebastián me pedirá que iniciemos una relación amorosa.  2. Tal vez sólo me vea como una buena amiga.

¿Qué está pensando Sebastián? Quiero sexo, pero necesito conocer el terreno para ver como se lo propongo a esta niña.

Lo evidente aquí es que Sebastián está interesado en Lorena, ya que constantemente la busca, le invita cafés, copas, le llama, se interesa en sus cosas, etc. Pero díganme qué hombre manda diez mensajes al día sólo porque la niña le gusta «como amiga». Ninguno! Si le está invirtiendo dinero y tiempo es porque está interesado!

Niñas: Con esto no quiero que se ilusionen y piensen que han encontrado a su príncipe azul, porque está mostrando interés en ustedes y empiecen a imaginarse con el vestido de novia. Sí está interesado, pero casi les puedo asegurar que lo que quiere es sexo, no ser novios, como nosotras nos imaginábamos.

El secreto según el citado libro es: Alargar el periodo de conquista, no aflojar la pompi tan rápido, para que él siga a la expectativa de nosotras y en el periodo de que lo estás haciendo esperar, lo engancharás por tu forma de ser, por lo que piensas, porque descubrirán afinidades, etc. Puedes irle dando un dulce cada vez que se vean, pero no la tienda de dulces completa. Me explico?

En otras palabras, cuando Lorena acceda a acostarse con Sebastián, él ya habrá llegado a la meta y perderá el interés, porque ya obtuvo lo que estaba buscando. Sin embargo, para Lorena apenas es el inicio de la carrera y su meta es obtener una relación formal.  Entonces, lo que hará Lorena será ir aplazando el sexo para luchar por SU meta, retrasar el sexo para mantener el interés de Sebastián y obtener lo que ELLA quiere.

Nos encontramos en el momento más importante de este ritual. Él quiere sexo, tú no se lo has dado, tienes toda la atención sobre ti, mientras él esté a la expectativa obtendrás lo que desees. Este es el momento clave! ¿Cómo aprovecharlo (o mejor aún, cómo NO ECHARLO A PERDER?):

• No hagas NADA. Sólo déjate conquistar. Ni le hables, ni te esfuerces en buscarlo, ni lo vayas a dejar hasta su casa, ni vayas a verlo hasta Ixtapaluca (si tú vives en Ecatepec), ni le pagues el teatro. NADA! Él debe darlo todo. Tú tienes lo que él quiere, así que pese a todo insistirá. Confía en ello.
  
• Si ya llegaron a la parte del contacto físico, dale muestras de afecto en público, sí, puedes besarlo, abrazarlo, tocarle el brazo, la pierna, la cara, pero nada más. Es decir, sólo una probadita, para que se quede picado. Evita lugares solos o privados, porque tampoco se trata de que lo dejes con los pantalones abajo y luego le digas que «siempre no». El contacto físico debe ser muy sutil, pero efectivo.
• Durante este periodo va a estar encantador contigo. Pagará la cuenta, será caballeroso, te llamará, tal vez te regale flores, te ayudará a verificar tu carro…Entonces, éste es el momento de amaestrarlo. Dale las gracias y no dejes de adularlo por el buen gusto que tiene, dile que te encatan ese tipo de detalles, halágalo, hazlo sentir tu héroe. Y como les encanta sentirse indispensables, lo seguirán haciendo todas las veces que sean necesarias.
• No hables de relaciones pasadas, ni permitas que él lo haga. No se lo prohibas tajantemente, ni vayas a mostrar enfado. Cuando empiece a hablar de eso, cambia el tema sutilmente. Dile algo así como: Oye, cuéntame qué haces en tu trabajo, porque parece súper interesante…
• No hables con él de tus constantes depresiones, de lo mal que te va en el trabajo, de la mala relación con tu madre. Nada negativo. Él no es tu psicólogo, ni tu amiga. Puede que lo espantes y nunca más quiera volver a verte, porque le transmites mala vibra.
• Por el contrario, tampoco hables demasiado de tus éxitos profesionales, ni de tu cuenta bancaria, ni de que eres la mejor de la clase, ni nada por el estilo, porque puedes herir su ego al parecer competitiva.

Debes mantener una plática ligera, dejarle claro cuáles son tus gustos, tu punto de vista de la película, lo bien que le queda esa camisa, de tu último viaje. Deja que él hable más y obsérvalo. A veces los hombres revelan más información entre broma y broma, contrario de si le haces un cuestionario de cuántas novias has tenido?, a los cuántos años te quieres casar?, ya no tienes contacto con tu ex?, qué pretendes conmigo?, etcétera.

Debemos ser muy astutas, durante este periodo de gracia de las primeras citas, porque es cuando nosotras tenemos el poder. Ya depende de nosotras, mujeres, lo que queramos hacer con él.

Si actúas como un premio, él creerá que lo eres.