Hola, Ovulitas:
He extrañado mucho escribirles por este medio, no saben cuánto me hace falta escribir en Ovulito, siento que algo me falta porque esto lo he estado haciendo cada lunes desde hace casi DOS AÑOS. No me había alejado tanto tiempo de ustedes, desde que nació este blog, pero esta vez fue por causas de fuerza mayor.
Como ya muchas de ustedes lo saben, porque me siguen en Twitter (@PameBradshaw), hace mes y medio comencé a estudiar una Maestría, y estoy yendo a un curso los sábados para ingresar al Servicio Exterior Mexicano, lo cual es un sueño que tengo desde mis primeros días en la Universidad y que por fin tengo la posibilidad de hacer un intento serio para realizarlo.
Y ustedes dirán que vengo aquí a contarles cosas aburridas o a contarles de mi vida personal, que sé que a nadie le interesa, por lo menos no en este espacio, pero no, Ovulitas, tengo un punto que tocar respecto de lo que me está pasando y a ustedes también les puede interesar, porque probablemente estén pasando por lo mismo.
Soy Carrie Bradshaw y soy workaholic.
En el último mes y medio que he estado totalmente ocupada, incluyendo sábados y domingos, he estado en relativa calma emocional porque toda mi energía la ocupo para estudiar y de verdad que lo estoy disfrutando muchísimo. En este momento de mi vida siento que me encuentro en una etapa muy productiva, donde estoy alcanzando objetivos que antes veía muy lejanos. Estoy aprendiendo cosas que nunca me hubiera imaginado, es una etapa de descubrimiento gratos. Todo el día me la paso de «arriba para abajo» y en las noches cuando me acuesto estoy tan cansada que no me queda tiempo para pensar en nada. No hay silencios incómodos conmigo misma.
Hasta hace unos días, defendía mi estilo de vida, argumentando que es una forma «saludable» de salir de una depresión o de llenar los vacíos. Así como hay personas que se evaden sus problemas escogiendo malas soluciones, es decir, durmiendo, comiendo, bebiendo alcohol, drogándose o yendo de compras, yo escogí una forma saludable que es el trabajo, o más específicamente el estudio y mientras me alejo de lo que me duele, hago algo de provecho que rendirá frutos en el futuro.
Sin embargo, el problema se presenta cuando hay días como hoy 16 de septiembre (este post será publicado hasta el 19, pero lo estoy escribiendo el 16) en que no hay trabajo, no hay universidad, no hay curso, no hay prisas y NO HAY NADA (para las que nos leen en otros países el 16 de septiembre es un día de fiesta nacional, porque celebramos el inicio de la Independencia de México, hace 201 años).
El caso es que ¡me voy a volver loca en mi casaaaaaaaaaa! y, ¿saben qué es lo peor del caso? Que todo lo que había evitado pensar durante este tiempo se me juntó el día de hoy, no he parado de pensar y pensar en lo que fue, en lo que pudo haber sido y en qué fue lo que salió mal.
Como todo adicto cuando le quitan su vicio se desepera y siente ansiedad, así me encuentro en estos momentos. Necesito regresar a la realidad que escogí. No me quiero imaginar cuando deba tomar vacaciones. Tengo que encontrar un plan B para pasar mi tiempo.Y pensar que hay personas que dicen que «ya se me está subiendo», jajaja, si en verdad me conocieran sabrían que cuando me alejo es porque algo no anda bien en mí.
Me queda claro que todos los excesos son malos y que debo seguir en la búsqueda de «ese algo» que llene los vacíos en mi vida. Y repito, estoy disfrutando muchísimo esta etapa, por primera vez estoy agarrándole saborcito al estudio, me he convertido en una ñoña por elección propia, me encanta lo que hago, tengo muchísimas ganas de seguir aprendiendo, siento que le hacen falta horas a mi día para seguir leyendo y devorarme los libros, quiero saber TODO, tengo muchas ilusiones en el futuro, pero me sigue faltando algo en el presente.
Total que nunca estamos contentos con lo que tenemos… Debo aprender a ser feliz con lo que tengo en el presente y, a veces, cuando me siento ansiosa por lo que no tengo, pienso que debo aprovechar mis condiciones de vida actuales, mi juventud y mis ganas para realizar todo aquello que me he propuesto, porque tal vez mañana ya no sea posible porque la vida da muchas vueltas. Tal vez en este momento no se me concedan ciertas cosas porque mi misión sea cumplir otras metas, pero debo relajarme un poco, porque ya hasta traigo un tic en el ojo que no me deja en paz. Voy a tomar todo con calma porque de todas formas mis «infiernitos» siguen ahí y no se irán por tantas actividades que tenga al día.
Todo lo que haga lo voy a hacer por mí y no por evadir la realidad, y creo que escribir este post es una buena manera de comenzar, ya lo acepté, ahora lo voy a trabajar. ¡Más trabajo, yeeeeeeeei!
Espero que les sirva mi reflexión si están pasando por un caso similar, lo comparto con ustedes para que juntas nos relajemos y realicemos nuestras metas por las razones correctas, no para que las usemos como escudo para protegernos de lo que nos lastima.
En fin, espero ya no abandonarlas tanto tiempo, aunque no lo crean sigo al pendiente de este espacio y de todos sus comentarios, Karla y Frivolita han hecho un extraordinario trabajo, en lo que yo he estado cubierta en mis capas, como cebollita, pero ya no me voy a alejar tanto.
Las quiero y les mando un abrazo cariñoso.
Etiquetas: casos verídicos, conflictos existenciales, workaholic
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