El domingo fui a ver la película “Comer, Rezar, Amar” (muy buena por cierto, se las recomiendo)… y fue una escena la que inspiró este post y tal vez muchos más.
Más de una amiga, incluso yo en algún momento de la vida, cuando sabía que una cita podría terminar en una buena escena de cama, era parte del ritual de días antes atormentarse, y comenzar a «cuidar» al extremo la alimentación, no por el hecho de que el susodicho nos viera mas “sanas”… sino para que nos viera “más flacas” o con menos rollitos.
Debemos aprender a tener orgasmos comiendo, al final…es un placer que nos mantiene vivas, y mientras más “terrible lo veamos” menos lo disfrutamos y más se nos antoja, porque se convierte en un “pecadito”
Y no se trata de que seamos obesas, sino de dejar de lado los sentimientos de culpa y dejar de estarnos prohibiendo conductas, a raíz de “otros”
Al final no conozco un solo “cabrón” y menos a algún “lindo” que se resista al tener una mujer desnuda enfrente, cuando “más lo necesita”. Si se trata de un “cabrón” se va a tirar a la chica, mientras tenga por donde. Y si se trata de un “lindo” lo hará porque le importarán más cosas que el simple acto de fornicar.
La idea es disfrutarnos, que si comemos…saborear las cosas…que si cogemos…que si besamos… que si amamos…disfrutarlo. Somos mujeres reales, y a diferencia de las de la tele a nosotras no nos pagan por matarnos de hambre, simplemente comamos por placer y sin caer en excesos, al final comeremos menos, porque cuando el acto se hace permisible…se le quita el carácter “pecaminoso y prohibido”.
Somos mujeres “reales” y valemos más por mil cosas, y la verdad en el fondo creo que si el mundo está lleno de culpas a raíz de esto y lleno de chicas obsesionadas con el peso es porque nosotras mismas lo permitimos. Basta de ofender a las otras porque “son gordas”, basta de querer parecerse a las drogadictas modelos y a las anoréxicas. ¿Se enteraron que en Milán nuevamente dejará de haber tallas extras en las pasarelas porque no son tan “estéticas”? Costó mucho lograr ver cuerpos reales sobre una pasarela, y si no se mantuvo es porque no hay aceptación.
Pero el problema real no es “la aceptación” de los gurús de la moda, es que nosotras mismas no podemos ver una mujer “llenita” linda. Chicas debemos hacer algo de verdad, cambiemos de actitud, cambiemos de expresiones.
Finalmente cerraré este post con un consejo que me dio mi «k10» (kabrón nivel 10) preferido hace algún tiempo, y me lo reiteró hace poco.
“Lejos de tratar de entender a los cabrones para conquistarlos o darles en la madre, preocúpate por tí y por amarte” así de fácil.
Les dejo un vídeo con un mensaje final contundente:
«No es de extrañar que nuestra percepción de la belleza esté distorsionada»
En la opinión de…