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¿Fingir o estar sola?

18 Abr

Hola Ovulitas:

Por primera vez en la historia de Ovulito Blog, escribo este post el domingo por la mañana porque han de saber que siempre lo escribo por ahí de las 11 pm , para que el lunes tempranito esté listo…  Sin embargo, este fin de semana (como la mayoría de los últimos fines de semana del 2011) ha sido muerto para mí y como no tengo ABOLUTAMENTE NADA QUE HACER, estoy aprovechando para escribir.

Y, precisamente, quiero escribir acerca de este lapso en el que me encuentro, ya que he tenido muuuuucho tiempo para reflexionar qué es lo que está pasando en mi vida, eso y que ayer (sábado por la noche #foreveralone) tuve la oportunidad de aventarme un maratón de Sex and the City y descubrí que esto no sólo me pasa a mí, si no a la mayoría de las mujeres solteras que ya no estamos dispuestas a FINGIR.

El capítulo se llama «They shoot single people, don’t they?» o en español «Matan a los solteros, o ¿no?» es de la Segunda Temporada y lo recomiendo ampliamente. Cada una de las protagonistas tiene una historia donde de alguna u otra manera están FINGIENDO algo: Carrie finge ser feliz siendo soltera, Charlotte finge una relación con un hombre que le arregla los desperfectos de la casa, Samantha finge interés en un hombre que le promete un futuro juntos y Miranda  (mi favorita en este capítulo)  finge orgasmos con un tipo que es lindo con ella, es un «buen chico», pero nomás no le sabe a estas cosas de la pasión, jajajaja.

La pregunta que Carrie hace en su columna es: ¿Estamos fingiendo algo más que los orgasmos? ¿Estamos fingiendo relaciones enteras? ¿Es mejor fingirlas que estar sola?

¿Por qué fingimos las mujeres?

  • Para complacer a nuestro macho, amigos, amigas, padres, etc.
  • Para encajar en el estándar de la sociedad.
  • Para no estar solas.

¿Saben por qué no he salido los últimos fines de semana? Porque no he querido.  Planes no faltan, pero por alguna extraña razón las personas con las que quiero estar andan en SUS cosas, y prefiero estar sola que estar con aquellos con los que no me siento tan agusto. Me siento más incómoda estando en un lugar en el que no quiero estar. He intentado no estar sola en mi casa y asistir a cualquier evento al que me inviten, fingiendo estar agusto y eso es peor. Créanme. 

Desde la última experiencia que tuve de este tipo, aprendí que prefiero quedarme sola en mi casa, viendo películas, mi serie favorita, haciéndome pedicure, chateando, qué sé yo, que pretendiendo ser algo que no soy, entrando a un círculo al cual no pertenezco, intenando divertime cuando no lo estoy haciendo, fingiendo que puedo tener una relación con alguién, que estoy teniendo un orgasmo o que me interesa la plática de esa persona.

A decir verdad, cuando se decide dejar de fingir, la soledad se siente a todo su esplendor. Yo en estos momentos de mi vida estoy ABURRIDA, no tengo nada que hacer, no tengo a donde ir o más bien no tengo ganas de ir a ciertos lugares, no hay diversión, no hay emoción, pero tampoco hay sufrimiento. Estoy en paz, tranquila, en calma, pero aburrida… muy aburrida.

La soledad es muy cabrona, pero por otro lado, por qué debemos conformarnos con algo que no nos satisface del todo…  qué es mejor, ¿fingir o estar sola?


Relájate, tómalo con calma

11 Abr

Hola mis pequeñas ovulitas:

El post de Karla me cayó como anillo al dedo la semana pasada y no precisamente por aquello de cuidar nuestro corazón, aunque sí, eso también es muy importante, pero creo que el punto clave que ella tocó es: Que nos gusta vivir en el drama, realmente llegamos a buscar el sufrimiento y si en algún momento encontramos lo más parecido a la felicidad le buscamos tres pies al gato para encontrarnos otra vez con nuestro amigo: el drama.

¿Por qué nos concentramos en aquello que NO tenemos?

Hace unos días escuché una historia que ilustra muy bien lo que quiero demostrar:

Es la historia de las 99 monedas y cómo alguien puede hacer planes, sacrificios, privarse de algunas cosas en su afán de conseguir la moneda número 100. En el proceso de la búsqueda hay presión, estrés, ambición, mal humor, frustración porque no es facil conseguirla. Sin embargo, se están dejando de lado las 99 monedas que SÍ se tienen.

Un ejemplo más real: Las mujeres nos quejamos porque no tenemos novio. Pero no nos damos cuenta que sí tenemos juventud, familia, amigos, trabajo, dinero, carro, mascota, sexo, una casa, ropa, zapatos, bolsas, fiestas, escuela, estamos vivas, sanas, hermosas, en fin.

Tenemos 99 monedas, sólo nos falta una, ¿por qué amargarnos tanto por UNA SOLA MONEDA? No estamos disfrutando las otras 99 en nuestro afán por buscar la perfección o el estandar de lo que es «normal» para la sociedad.

Y a lo mejor cuando encontremos novio, perdemos el trabajo o nuestra mejor amiga se va a vivir a otro país y entonces otra vez estaremos incompletas!

Deberíamos tener la capacidad de disfrutar lo que tenemos en el presente y dejar de anhelar lo que no tenemos. Y, corrijo, la capacidad sí la tenemos, lo que no tenemos es la disposición de hacerlo, o por lo menos no, hasta que tocamos fondo y queremos salir de ahí.

Tal vez si todas las noches le diéramos gracias a Dios, a la vida o a quien ustedes quieran, por todo lo que sí tenemos y dejáramos de preocuparnos por lo que no tenemos, la espera se haría un poco menos tediosa.

Por lo menos yo ya empecé a dejarme de tomar todo tan a pecho, quiero ver la vida de una manera más divertida, menos solemne, menos trágica. Creo que los problemas que tenemos son del tamaño de lo que nuestros ojos lo quieran ver. Si dejamos que algo insignificante nos hunda, estamos perdidas. Si vemos eso insignificante en su verdadera magnitud, seremos un poquito más felices cada día.

De todas formas, si nos preocupamos no resolvemos nada y si no nos preocupamos tampoco. Es mejor ocuparse, pero sin dejar que nos afecte. Recomiendo que todos los días, al despertar se tomen una pastillita de valemadrina, tal como lo estoy haciendo yo, desde hace unos días. Se sentirán de maravilla.


¡Que tengan una excelente semana, ya falta menos para las vacaciones de semana santa, yeeeeeeeeeeiiiii!

P.D: No pude insertarles aquí un videito que encontré especial para este post, pero les dejo el link para que escuchen y lean la letra. Es de Mika y se llama «Relax, take it easy» o «Relájate, tómalo con calma». Espero que les guste. Click aquí.

Sexo sin amor

29 Nov

Casi estamos cumpliendo un año en Ovulito Blog y les estamos preparando una sorpresa, que por supuesto no les diré! jajaja, estén pendientes, espero que les agrade tanto como a mí.

Y sí, leyeron bien, el tema de hoy es el sexo sin amor. Que comience la lapidación! Jejeje. Si bien en nuestra sociedad la mujer que practica el sexo sin amor no merece este tipo de castigos físicos, sí son objeto de juicios morales, críticas, desprestigio, aislacionismo social y en ocasiones hasta discriminación. A esto le llamo lapidación moral.

Es decir, mientras una mujer que ejerce plenamente su sexualidad lo mantiene entre cuatro paredes, no pasa nada, pero cuando sus vecinos se empiezan a dar cuenta de que mete diferentes hombres a su casa, cuando sus compañeras de trabajo le encuentran una tira de condones en su bolsa, cuando los papás se dan cuenta de que su hija ya no es una señorita, o cuando una mujer queda embarazada y no sabe quién es el papá, la gente se escandaliza tanto que comienzan la lapidación moral a la que me referí líneas arriba.

No quisiera entrar en rollos sociológicos, ni psicológicos, porque no soy una experta, peeeeeeero sí les puedo dar un panorama general de «lo que se le viene conociendo» como sexo sin amor, jajajaja, porque he leído mucho sobre el tema 😛

He aquí una lluvia de ideas:

Para empezar debemos quitarnos (nosotras mismas) el tabú de que el sexo sin amor es malo y es sólo para las chicas fáciles o mujeres malas que no tienen moral , ni principios. NO! El sexo per sé no es malo, es algo natural, es una de las funciones y necesidades del cuerpo humano, existe desde los orígenes del hombre.

Puedo afirmar que, actualmente, las mujeres optan por el sexo sin amor ante la falta de compromiso que los hombres demuestran hacia ellas, es decir, una chica siempre preferirá tener un novio que la ame, la apapache y con el cual pueda «hacer el amor», pero al no encontrar a su príncipe azul se ve en la necesidad de aceptar lo que los patancitos mundanos le ofrecen, que precisamente el sexo sin compromiso. En otras palabras, para la mayoría de las mujeres, el sexo sin amor no es por elección propia, sino por escasez de opciones.

Otro hecho, es que la mayoría de las mujeres mezclan sentimientos a la hora del sexo (los hombres saben separar perfectamente una cosa de la otra). La mayoría de las chicas, se enamoran de sus parejas ocasionales, lo cual hace que comiencen a tener expectativas en la otra persona, es decir, comienzan a esperar una llamada, un cambio de actitud, un posible enamoramiento mutuo, etc. Esto, generalmente, causa sufrimiento al enfrentarse a la realidad de que el chico no volverá a llamar porque ya obtuvo lo que quiso o sólo volverá a llamar cuando «tenga ganas» de volver a vernos. OJO: Esta situación puede convertirse en un círculo vicioso, muy doloroso para nosotras.

Una cosa es aceptar sexo sin amor y otra muy diferente es la falta de respeto. Aunque estemos involucradas en una relación «abierta» o en una aventura de una sóla noche, debemos exigir que se nos trate como a unas damas, con respeto, con delicadeza, con consentimiento mutuo y sobre todo con protección, pero esto es un punto aparte. El sexo sin amor no debe ir peleado con los elementos mencionados.

Ahora sí, la protección. Con esto me refiero a un método anticonceptivo y que además evite la transmisión de enfermedades sexuales, y como ya todas lo sabemos, el condón masculino es el método más confiable, seguro, económico y accesible de adquirir. En cualquier tiendita los consiguen y además, déjenme decirles que es nuestra responsabilidad traer condones en la bolsa, porque aunque se los ponen ellos, nosotras somos las afectadas en caso de no usarlo, a ellos RARAMENTE les dan infecciones o se les transmiten enfermedades venéreas y nunca quedarán embarazados, ¿verdad? Entonces, ¿quién es la más interesada de que se use condón?

Por último, quiero aclarar que no soy partidaria del sexo sin amor, ni de la promiscuidad. Creo firmemente que el sexo se disfruta más con la persona que amas, porque para nosotras las mujeres, son más placenteras las caricias, los besos, las palabras bonitas, un abrazo después «de», en lugar de la simple penetración y el agasajo. Pero sí ya estamos envueltas en esta situación, lo mejor es disfrutar del acto sin culpas, ni remordimientos, ni miedo al «qué dirán», ¿qué dices TÚ? ¿te gustó? ¡ahí lo tienes!, no eres mala, eres humana, estás viviendo y disfrutando uno de los placeres que nos da la vida.

Si no estamos haciendo el amor con el hombre de nuestra vida, es porque no lo hemos encontrado, de lo contrario, seríamos felices en dejar de besar (y acostarnos con) sapos, ¿no creen? No permitan que las lapiden, vivimos en la sociedad occidental, moderna, del siglo XXI. Si fuera malo los hombres tampoco lo harían, o acaso la moral distingue entre hombres y mujeres?

Que tengan una bonita semana.

P.D: Frivolita, yo tampoco soy de la idea de que dediquen la canción de María José «Me equivoqué»,  me parece más apropiada  «No soy una señora»! 😀

Para aquellas «traumaditas» por su peso

27 Oct

Este post está pensado en una personita muy especial que se acaba de integrar como lectora a nuestro blog y que está un poquito desanimada por su peso, la llamaremos «Traumadita» porque ese fue el nick que ella misma escogió, sin embargo, pretendo llegar a todas las chicas que tienen (tenemos) el mismo problema: El sobrepeso u obesidad.

Hace unos meses escribí en este mismo espacio un post acerca del sobrepeso en las mujeres. Aseguré que era más dificil para nosotras lograr establecer una relación amorosa con un hombre, ya que ellos en primer lugar se acercarán a una mujer delgada y/o curvilínea y, en segundo lugar, son más propensos a dejarse llevar por el «qué dirán» de la sociedad. Me atreví a asegurar que el status de un hombre tiene mucho que ver con el aspecto físico de «su mujer». Sin embargo un hombre gordito no tiene la misma suerte, debido a que nosotras, las mujeres, tomamos en cuenta otros factores como los sentimientos, la forma en la que nos tratan, etc. En aquella ocasión llegué a dos conclusiones: O le echamos ganas y bajamos de peso, o dejamos de escuchar el «qué dirán» y las críticas de la sociedad.

Una vez recordado lo anterior, me permitiré responderle punto por punto a «Traumadita»:

  1. Mencionas que tuviste un novio con el que duraste un mes y te ofendía todo el tiempo por tu sobrepeso. Sólo quiero decirte que eso no fue amor, no te confudas por favor y no creas que todos los hombres son iguales. Desafortunadamente, los hombres maduran muchísimo más lento que nosotras y a la edad de 12 años tienen la mentalidad de un niño! Y déjame decirte que a cualquier edad un hombre es capaz de herirnos donde más nos duele. En tu caso fue por el sobrepeso, pero a otras nos han dañado con infidelidades, humillaciones, préstamos económicos que nunca pretenden pagar y en casos extremos hasta con golpes. Lo que quiero decirte es que te tocó la mala suerte de toparte con un patán, inmaduro e insensible, y así como él HAY MUCHOS, y a todas nos ha tocado sufrirle de una u otra manera, sin duda, hay hombres buenos, no es mi intención generalizar. Aquí contínuamente estamos dando consejos para ser una PERFECTA CABRONA y no dejarnos de este tipo de «caballeros».
  2. Después engatuzó a tu mejor amigo e hizo que también te odiara. En verdad crees que ése era tu mejor amigo? Un amigo, te quiere tal como eres, te apoya, te ayuda, te consuela, te escucha, te defiende. Ése no era tu amigo, traumadita. Y mejor deberías pensar que esta experiencia te sirvió para descartarlo de tu lista de amigos, porque te diste cuenta que a la primera oportunidad se cambió de bando, para qué quieres a una persona así a tu lado? Con esto que te pasó mataste dos pájaros de un tiro!
  3. Después nos cuentas que bajaste 15 kilos, por lo cual te quiero felicitar sinceramente! Nadie mejor que yo sabe lo dificil que es bajar TANTOS KILOS! Tal vez tú no notes tanto el cambio, pero déjame recordarte que 15 kilos son como tres tallas de ropa, no lo notas ahí? No te queda mejor la ropa, no te compras cosas más coquetas? Y qué me dices de la báscula? Ésa no miente!
  4. Ya no estás gorda, estás «llenita». Nos comentas que te faltan por bajar 5 kilos, lo cual me parece relativo, ya que depende mucho de tu complexión. Hay quienes ni en sueños llegaremos a nuestro peso ideal, por más dietas, ejercicio u oraciones que hagamos. Así somos! Toda mi familia es de complexión robusta, yo me conformo con no tener pancita y que no se me salgan los rollitos. Debemos aceptar que no podremos llegar a tener la cinturita de Thalia, (a menos que estés dispuesta a someterte a una intervención quirúrgica y quitarte dos costillas).
  5. Por favor traumadita, no te compares con tus amigas o con las niñas que ves en la calle. Volvemos a lo mismo, quizá ellas provienen de una familia donde todos son delgados, NOSOTRAS NO. A lo largo de mi vida he aprendido a aceptar que la vida es injusta, a ellas les tocó un cuerpecito menudito, pero a mi la vida me dio una carita bien bonita y por lo que leo, también es tu caso. Sé que muchas de esas chicas flaquitas envidian mi cara y ¿qué van a hacer al respecto?, ¿tirarse a la depresión, suicidarse? ¡NO! Si no tienen cara bonita, se van a poner ropa más ajustada o más llamativa, es decir van a resaltar más sus cualidades. Yo hago lo mismo. A lo mejor no puedo usar ombligueras, pero si le saco partido a mis ojos, cabello, boca, me pongo un buen perfume, unos tacones envidiables, bolsa nice y sobre todo necesitamos ACTITUD.
  6. ¿A qué me refiero con actitud? (Aquí retomo y relaciono el punto donde dices que ya no puedes amar, que le tienes miedo a los hombres y a que te lastimen): Si en tu escuela te sientes insegura porque crees que estás gordita y piensas que todos te ven como «la gordita», efectivamente así te verán, porque es la imagen que estás proyectando. Si tú por fin asumes que YA NO ESTÁS GORDITA, que bajaste 15 kilos, que tienes una cara hermosa, que no vales por tu físico sino que tienes otras cualidades y que eres una mujer preciosa, así te verán los demás. Créetelo! Así que de ti depende la imagen que quieras proyectar y esto se verá igualmente reflejado en el trato que recibas de los hombres. (Te recomiendo algunos post de Ovulito clasificados con la etiqueta de CABRONAS).
  7. Mencionas que te da miedo llegar a pensar en suicidarte. Sólo te hago algunas preguntas: ¿Crees que vale la pena darle gusto a todos aquellos que se han burlado de ti? ¿Crees que tu vida no vale nada por tu sobrepeso? ¿Tienes el derecho de quitarte la vida porque tienes 5 kilos de más? ¿No tienes ninguna otra cualidad que puedas explotar? ¿Eres tan egoísta que no te importaría causarle un dolor tan grande a tus papás, familiares y seres queridos? ¿Y todo por qué? Porque a la sociedad no le gustan las mujeres «llenitas». Entonces que también se suiciden todos los discapacitados, los negritos, los indígenas, los autistas, las prostitutas, los ancianos, los homosexuales, porque finalmente todos ellos tampoco encajan en el estándar de la sociedad y son rechazados de igual manera.
  8. Tienes 15 añitos! Sabes cuánto le falta a tu cuerpo por desarrollarse y tomar su forma definitiva? Si desde ahorita te alimentas sanamente y haces ejercicio (moderado), verás los resultados cuando tu cuerpo lo crea conveniente. No se trata de vomitar, de dejar de comer, ni de matarte en el gimnasio, recuerda que todo en exceso es malo  y al rato ni vas a bajar de peso (porque tus genes no te lo permiten) y además estarás ojerosa, demacrada, se te caerá el cabello, estarás atada a la cama de un hospital y creo que no quieres llegar hasta ese extremo, o si?
  9. Afirmas que si no eres delgada, la sociedad no te acepta, pero debo debatirte este punto con mi propio ejemplo. Yo no soy delgada, pero me sé bonita (y modesta, jajaja); algunas amigas me halagan por mi buen gusto para vestir; siempre fui la más inteligente del salón y mis compañeros me respetaban; actualmente me desenvuelvo a la perfección en un mundo de abogados cuando yo soy internacionalista, me respetan por mi capacidad para desenvolverme en el trabajo; soy profesora adjunta en la UNAM y mis alumnos me respetan por los conocimientos que puedo llegar a transmitirles; gano muy buen dinero, me he comprado muchas cosas que se me han ido antojando y la gente te respeta también cuando tienes poder adquisitivo; y por éstas y otras cualidades tengo a dos que tres cabroncitos detrás de mi y me doy el lujo de decirles que no, porque aspiro a algo mejor, estoy esperando al hombre que me haga sentir como me merezco. Y sí, efectivamente, estoy gordita, pero a la sociedad me la paso por el Arco del Triunfo, tengo mil y un razones para rechazarlos a ellos con la mano en mi ancha cintura.
  10. Así, te pido, Traumadita que te dejes de preocupar por esos 5 kilos de más, intenta no recuperar los otros 15 que ya bajaste. Trabaja en tu autoestima como por ejemplo esmerándote más en tu arreglo personal (maquillaje, zapatos, perfumes, accesorios, cabello); realiza actividades que te hagan crecer como persona, por ejemplo: toma cursos de idiomas, échale ganas en tu escuela, estudia una licenciatura, ingeniería o lo que más te agrade, toma cursos de computación, aprende a tocar algún instrumento, dona las cosas que ya no te sirvan a la gente más necesitada; busca actividades que te llenen espiritualmente, como ir a la iglesia, practicar la oración, yoga, meditación, lee libros de autoayuda y autoestima, adopta una mascota y cuídala, acércate a tu familia y tenles muchas confianza, platica con ellos acerca de tus preocupaciones, refúgiate en tus amigos (verdaderos) y si no tienes nosotras podemos ser tus amigas, si nos lo permites; y lo más importante, QUIÉRETE, para que los demás también lo hagan. No te vuelvas a autonombrar gorda, desecha todos los adjetivos negativos de tu vocabulario, comienza por RESPÉTARTE a ti misma.

Sabemos que puedes lograrlo.

¡Te mandamos un abrazo y te dedicamos la canción de Bruno Mars- Just the way you are (chécate los subtítulos)! 🙂

 

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Si eres «gordita», esto te interesa.

Si eres «gordita», esto te interesa.

30 Ago

Este post va a estar bastante fuertecito, sobre todo si eres gordita y te va mal con los hombres… Y es fuerte para mí, porque yo también soy una de esas «gorditas». Si no crees soportar la cruda realidad combinada con algunas palabras altisonantes, te recomiendo que no sigas leyendo. Se necesita actitud para leer este post.

El sábado fui a ver una obra de teatro que me dejó en súper shock! Se llama Gorda, de Neil Labute y se presenta en el teatro Fernando Soler del Centro Teatral Manolo Fábregas. Muy recomendable, pero debes ir preparada y con la mente muy muy abierta para escuchar lo que ahí se dice de las mujeres gordas y sobre todo, prepárate para recibir un duro golpe, aunque después te vayan «cayendo los veintes».

La obra trata acerca de un hombre exitoso, guapo, atlético y simpático que se enamora perdidamente de una mujer bella, divertida, inteligente y con 30 kilos de más.

A Tomi en realidad no le importa el sobrepeso de Helena, de hecho le gusta su cuerpo y lo más importante: Se siente completamente feliz con ella, tienen muchas cosas en común. Comienzan una relación seria y a la par surgen críticas, habladurías y burlas de sus compañeros de trabajo. Nadie puede creer que Tomi, siendo tan guapo se haya enganchado con una gorda.

Por supuesto no les contaré el final, pero el punto importante es: Hasta dónde la presión social nos orilla (o a los hombres) a iniciar o mantener un romance con una persona que se sale de los estereotipos actuales?

Hoy en día, se ven muy pocas parejas «disparejas», en la calle: el hombre delgado y la mujer gorda, o la chica sea muy alta y el hombre chaparrito, que uno sea extremadamente guapo y la otra muy muy fea, etc. Y si las llega a haber, la gente mira, hace algún comentario gracioso y terminan por reirse de la escena tan cómica.

Sé lo que están pensando:  Entonces, ¿no cuenta que tenga una cara bonita, sea exitosa, inteligente, comprensiva, tierna? Y la respuesta es: En la mayoría de los casos, no. Los hombres son 100% visuales, y dicen que se fijan en las chicas más delgaditas porque inconscientemente atraen su instinto de protección al parecerles indefensas y frágiles (Dicen!).

Ahora bien, lo que he podido observar es que los hombres tampoco son tan selectivos a la hora del sexo. Se podrían coger (ups!) a un elefante, pero no serían capaces de presentarlo ante sus amigos, familiares o colegas de trabajo, porque entre mejor culo (ups!) tenga la vieja, mayor será su estatus dentro del grupo y viceversa. Qué pena que un culo sea el parámetro para medir su hombría.

En otras palabras, desgraciadamente para las gorditas será relativamente fácil tener noches casuales de sexo o incluso una relación amorosa (dentro de cuatro paredes o lugares oscuros), pero sufrirá mucho para encontrar al príncipe azul que tanto sueña, porque él no podrá soportar la presión social y las burlas de la gente y preferirá no tener una relación formal con ella.

¡Ahí está la clave! Voilá!

La presión social se puede sentir de la misma manera si la pareja es «diferente», es decir: no tiene un brazo, una pierna, un ojo, es negrito, viejo, homosexual, tiene tatuajes enormes, es barrendero, etc. A la sociedad le molesta tanto la gente diferente, precisamente porque los defectos de los demás, resaltan sus propias inseguridades.

Y una relfexión más: En el tema del sobrepeso, sólo las mujeres salimos mal libradas, porque un hombre gordito no tiene ningún problema en conseguir novia, en casarse o en estar asediado por varias mujeres guapas y delgadas. Una vez más salimos perdiendo.

La buena noticia es que las gorditas podemos bajar de peso, para recuperar nuestra autoestima, ponernos la ropa que tanto nos gustaría y de paso, tener a tantos hombres como se nos antoje, pero a la sociedad NUNCA se le saldrá la mierda de la cabeza y eso, amigas, hay que aprender a manejarlo, porque la gente siempre hablará, de una o de otra cosa, si no es de los kilitos de más, será de «pa’ cuándo la boda», o cosas por el estilo.

¿Quedaron confundidas? Imagínense cómo estoy yo… Creo que ahora sí, descubrí a qué se debe mi mala suerte con los hombres. En fin…

Tomemos la decisión que más nos convenga:  Perdamos los kilos que nos sobran o dejemos de escuchar el «qué dirán» y sigamos felices con nuestro cuerpo. Es una decisión muy personal. Éxito en cualquiera que ésta sea.

Que tengan una linda semana, nos leemos el próximo lunes.

Muuuuuuuuuack!